Los cambios operados en el sistema educativo nacional expresan las esperanzas colectivas de democratización de la vida pública, los vaivenes en las orientaciones de las políticas gubernamentales y los perdurables efectos de una crisis social sin precedentes. Sobre ese fondo se recortan las cuestiones que se presentan en este libro: el aumento de las tasas de escolaridad en el país, el carácter fragmentado,
discriminatorio y poco igualitario de nuestras escuelas, el grave problema de los que “repiten”, “abandonan” o se “desenganchan” de las mismas y el aprieto en el que se encuentran sus docentes, sometidos a la tensión entre “enseñar” y “contener”.