La querella de la lengua

¿Hay algo que podamos llamar idioma de los argentinos o lengua nacional? Esa es la pregunta que recorre los escritos en debate. Alfón dirá que el objeto que se persigue es en demasía esquivo, que no hay tal lengua diferente y que las singularidades se agotan en el voseo y algunas expresiones más. Por lo tanto, la querella vale en sí misma, como ensayo colectivo y polémico de los que buscan los fundamentos lingüísticos de la nación, incluso allí donde deben ser inventados. Es lo que supo formular Borges, cuando pensó que si había un idioma de los argentinos era la promesa de una lengua futura, más que un habla ya realizada. La pregunta por la lengua es la interrogación sobre el destino de una comunidad humana que busca sus formas, sus expresiones estéticas, su redención política.