La Escuela Nacional de Bibliotecarios es una institución de educación superior dependiente de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno creada el 10 de septiembre de 1956 por el decreto Nº 16.491, bajo la gestión de Jorge Luis Borges y José Edmundo Clemente cuyo propósito principal es formar personal capacitado para las bibliotecas públicas y privadas de todo el país.

Incorporada en las disposiciones especiales para la enseñanza superior (ley N° 14.473), con carácter de institución de formación profesional de nivel terciario, originariamente otorgaba el título de Bibliotecario Nacional.

En el año 2021 se modificó el plan de estudios para modernizarlo, con el fin de hacer posible el dictado de la carrera a estudiantes de todo el país. El cambio de plan obtuvo Resolución Ministerial de Validez Nacional (RM EX-2020-38990507-APN-DVNTYE#MECCYT) y así, el título pasó a ser Técnico/a Superior en Bibliotecología.

A través del cambio del plan y del contenido de las materias, se concibió una carrera con un perfil más técnico, que permite que los egresados cuenten con mayores y más diversas herramientas para trabajar en cualquier biblioteca, archivo o centro de documentación. Este nuevo plan está enfocado tanto en los avances tecnológicos, la implementación y actualización de las TICs, como en los aspectos humanísticos y sociales de la profesión, sin descuidar la técnica y las funciones primordiales del bibliotecario. Contempla una duración ideal de tres años, con treinta y dos (32) espacios curriculares teóricos, prácticos y de formación general.

Este cambio de plan permitió llevar a cabo un proceso de federalización de la carrera ya que, a partir de la modificación, la carrera comenzó a dictarse a nivel nacional para los habitantes de todo el país. Con una modalidad presencial completamente mediada por tecnología, la Escuela Nacional de Bibliotecarios llega con sus herramientas de educación y formación bibliotecológica a los lugares más recónditos de la República Argentina, generando vinculación entre todos los estudiantes del país.

La puesta en marcha del nuevo plan marcó un hito en la historia de Escuela ya que se pasó de tener alrededor de 100 aspirantes a más de 3.000 en el primer año, generando la reorganización total de la institución en función del nuevo desafío.

A lo largo de los años, en la Escuela Nacional de Bibliotecarios se han formado profesionales destacados, cuyo recorrido profesional la enorgullece como institución. Egresados de la Escuela son hoy directores de bibliotecas populares, docentes de bibliotecología en instituciones de renombre, escritores e investigadores. Algunos han fundado bibliotecas en lugares complejos o inhóspitos del país, como cárceles o incluso en la Antártida Argentina. Asimismo, los alumnos de la Escuela durante el curso de la carrera han creado proyectos como la Biblioteca del vino, la Biblioteca del Tren Patagónico o la Biblioteca con cunas y lactario, que fueron presentados en congresos y seminarios de la disciplina.

Cada año la Escuela Nacional de Bibliotecarios recibe con los brazos abiertos a una nueva camada de aspirantes que quieren estudiar, cuyas experiencias e intereses personales contribuyen a generar una enriquecedora sinergia con los docentes, los directivos y los demás estudiantes. La institución fomenta permanentemente el diálogo entre todos sus integrantes, lo que enriquece los diferentes aspectos de la bibliotecología en todo el país.

La Escuela Nacional de Bibliotecarios se ha transformado así a lo largo de los años en una institución de educación superior de referencia para la educación en bibliotecología y en un espacio de intercambio de experiencias que dejará huellas en futuras generaciones de bibliotecarios.