La exhibición Letras incaicas intenta mostrar las dos formas de transmisión de las lenguas habladas en el incario. Si la llegada de Pizarro y sus huestes acabó con la posibilidad de desencriptar los archivos incas, hubo dos mestizos que se reclamaron a sí mismos “indios”, y que recogieron los restos de la memoria oral que aquellos sostenían. Así, compilando las voces de los quipucamayocs (los archivistas del Inca, especialistas en la escritura secreta de las quilcas, los nudos en cuerdas y los cálculos matemáticos realizados con la yupana), el Inca Garcilaso de la Vega y Guaman Poma de Ayala lograron reconstruir gran parte de la historia precolombina correspondiente a los Andes centrales y septentrionales. Pese a la evidente pérdida cultural, producto del genocidio que supuso la conquista y colonización ibérica, y asumiendo la nueva conformación cultural dominante, cifrada en la lengua española y la religión católica, hay una zona de continuidad entre el antiguo oficio del memorialista que detenta su código y las crónicas ofrecidas por estos dos estrictos contemporáneos de Cervantes y Shakespeare.
Letras incaicas se inauguró el 14 de octubre de 2016.