Se presenta la performance del artista estadounidense David Horvitz: 200 globos, cada uno con una milla de cuerda. Dimensiones variables.
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Horvitz, cuyas obras a menudo yuxtaponen los sistemas artificiales y los fenómenos naturales, ha creado Señalamiento del cielo, una serie de performances que fomentan la participación pública, especialmente de los niños, ya que el trabajo se realiza con el lanzamiento de 200 globos de helio en cada una de las tres ubicaciones. La ruta espontánea de cada cuerda de globo mientras desaparece en el aire es un homenaje al artista francés Marcel Duchamp que pasó una estadía poco conocida en Buenos Aires de 1918 a 1919. Durante este período, el padrino del arte conceptual envió a su hermana instrucciones para un trabajo que tituló Unhappy Readymade: colgar un libro de geometría en un tendedero y someterlo a condiciones climáticas fluctuantes. De forma similar, la aritmética de apareamiento (cada cuerda de globo tiene exactamente una milla de largo) con fuerzas impredecibles, Señalamiento del cielo ilustra la inutilidad sublime del hombre frente a la naturaleza. El paisaje aéreo producido por los globos es una celebración del ritual colectivo y, al mismo tiempo, un rechazo de la ciudad industrial, ya que nuestros ojos se ven irresistiblemente hacia el cielo. El título es una referencia a la serie Señalamientos del artista conceptual argentino Edgardo Antonio Vigo, que invita al público a percibir los objetos cotidianos como readymades.
Esta obra de arte se ha realizado con la asistencia del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires. Participó Indura.
Entrada libre y gratuita.