Diego Armando Maradona (1960-2020)

El futbolista falleció el 25 de noviembre.

Este espacio, habitualmente destinado a la recordación de escritores, músicos, cineastas, teatristas y personalidades destacadas de la cultura nacional, hoy se ve excedido en su acostumbrada mirada ante la desaparición de Diego Armando Maradona. La figura de Maradona hace mucho tiempo que ha sobrepasado lo estrictamente deportivo, quizá de un modo pocas veces visto en la historia contemporánea. La proyección de su personalidad en el mundo, en sociedades y culturas tan diversas como remotas, es prueba evidente de un fenómeno que trasciende al fútbol y sus avatares. Alrededor de Maradona se ha construido un universo de aristas impensadas, un imaginario colectivo que, desde la mítica estampa del jugador-artista, transporta su palabra y su presencia como quizá nunca antes ocurriera a través de deporte alguno: un extraordinario malabarista como icono, que resignificó cierto sentido de la escena patria. Desde este presente que subraya su lugar en las grandes pérdidas de nuestra historia, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno lamenta profundamente su fallecimiento y acompaña a todos aquellos que se abrazaron a su pasión.


Este soneto se publicó, junto con otro tres, en la contratapa del diario Página /12, cuando Diego cumplió cuarenta años. Es lo que sentíamos entonces, es lo que sentimos hoy.

                                                                                                       Juan Sasturain



El Diego, según Santa Teresa


No me mueve, mi Diez, para quererte,

ni el gozo que nos diste por partido

ni aquel gol, ni el ocaso tan temido

ni el fantasma reciente de la muerte.


Nadie aspira a que zafes, ni perderte

será el triunfo previsto del olvido.

Ya nos alcanza con que hayas nacido

en Fiorito. Tenemos esa suerte.


No fue capricho de un destino ciego

-que a algunos sí y a otro no perdona-

que no naciste inglés, chileno o griego


sino hijo del caño y la rabona.

Amo el potrero, ese jardín sin riego

donde fuiste posible, Maradona.

                                                           

                                                                    30 de octubre del 2000


El poema, leído por Sasturain, se puede ver y oír aquí.