El año mágico de García Márquez

La muestra que celebra los 50 años de la publicación de Cien años de soledad, abre sus puertas al público en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.

A partir de hoy y hasta diciembre, en el primer piso del edificio de la calle Agüero de la ciudad de Buenos Aires, los visitantes podrán sumergirse en el mundo del escritor colombiano y las huellas del año que marcaría un hito en la vida de Gabriel García Márquez y en la literatura toda: 1967.

En una atmósfera que recrea el ambiente caribeño, donde se destaca un mural diseñado y pintado especialmente para la ocasión, se exhiben las tapas de las diferentes ediciones de Cien años de soledad en todos los idiomas en que fue publicado, las únicas fotografías que existen como registro de la visita a Buenos Aires, libros, publicaciones periódicas, un disco que grabó aquí con la lectura del primer capítulo de su novela, junto a​ su m​​áquina de escribir y la medalla y diploma del Premio Nobel que recibió el escrito​​r​ en 1982​. La idea de reconstruir el momento de gestación de la novela y ​su única visita a la Argentina en agosto de 1967 permitieron hacer una muestra diferente con algo conocido por todos.

La inauguración contó con la presencia de Sara Facio, autora de las fotografías exhibidas en la sala y una gran cantidad de periodistas, artistas, escritores, editores y público en general.

Ezequiel Martínez, director general de acción cultural de la​ ​biblioteca, contó que durante meses persiguió por email y por teléfono a la viuda del escritor colombiano, para convencerla de que viajara a Buenos Aires para el evento y trajera consigo la máquina de escribir y la medalla y diploma del Nobel. Sin embargo, cuando todo parecía estar decidido y ella misma había dicho entusiasmada que vendría con toda su familia -hijos, nietos, sobrinos, etc.- Martínez recibió una carta escaneada por email en la que “la Gaba” decía que no podría viajar​ ​"porque ya no lograba convencer, como lo hacía antaño, a toda su familia para estas cosas". De todos modos, la máquina, la medalla y el diploma llegaron al país bien custodiados por Consuelo Gaitán, directora de la Biblioteca Nacional de Colombia; la suya fue sin dudas, una colaboración imprescindible para que esta muestra se concretara.

Emocionada, Gaitán dijo que “Sin México, Argentina y Colombia no hubiera sido posible García Márquez y toda la magia que produjo esa literatura. Nosotros, hoy día estamos leyendo García Márquez en clave de paz”, haciendo referencia a esto como una necesidad como contracara de la situación que se vive en la mayoría de los países de América.

El director de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), Jaime Abello Banfi, agradeció y valoró la realización de esta muestra que fortalece “la red de cómplices que el escritor tiene en el mundo”. A su vez, hizo un repaso por la vida de García Márquez, deteniéndose especialmente en los puntos de contacto con Argentina: los libros, las traducciones que recibía desde Buenos Aires; el rechazo de su libro La hojarasca, enviado a un editor argentino que le dice entonces que “mejor se dedique a otra cosa”; el periodismo, y la labor compartida con amigos argentinos, recordando que “él deseaba profundamente que lo recordaran como periodista, porque era lo que más sentía como propio”.

El director Alberto Manguel retomó las palabras de Consuelo Gaitán, para agradecer especialmente su labor y amistad que hicieron posible esta primera colaboración entre dos bibliotecas nacionales, anunciando luego que habrá otros acuerdos y eventos que acerquen la Biblioteca Nacional con las de otros países​. ​“Habrá una muestra sobre Borges organizada con la Biblioteca Municipal de New York, vamos a montar una biblioteca ucraniana en el seno de esta, en reemplazo de la que fue clausurada en Moscú, firmamos un acuerdo con la biblioteca nacional de Francia, vamos a albergar el congreso dantesco, como lo llaman ellos, el año que viene, con la Asociación Dante Alighieri (…) ya hay unas treinta bibliotecas en el mundo a las que nos hemos asociado, no solamente la Biblioteca Nacional, sino nosotros en conjunto​,​ con las bibliotecas de provincias, ya que somos una biblioteca nacional, no porteña” remarcó el director.

Al término, continuó el ministro de cultura de la Nación, Pablo Avelluto, quien reflexionó como lector: “me cuesta recordar el mundo antes de Cien años de soledad, cuesta imaginar una época de la literatura latinoamericana en la que Cien años de soledad aún no había sido escrito, no había sido publicado y sobre todo aún no había sido leído”. Marcó especialmente la idea de cómo la literatura latinoamericana cambió para siempre a partir de ese libro y su presencia permanece y no deja de crecer.

Luego, recordó:​ ​“trabajé durante ocho años en editorial Sudamericana, y todos los días veía ese cuadro en la oficina de mi jefe y la sensación siempre era doble; cuándo seremos capaces los editores de encontrar, como Paco Porrúa, otro Cien años de soledad y a la vez, saber que esa experiencia era única, que no iba a volver a ocurrir”.


La muestra podrá visitarse hasta el 23 de diciembre, de 9 a 21 hs.​, ​en la Sala Leopoldo Marechal​ ​del​ ​1er​.​ piso​ ​de la​ ​Biblioteca Nacional Mariano Moreno, ubicada en Agüero 2502, Ciudad de Buenos Aires. 

Además, habrá actividades que acompañan la muestra. Programación completa​.