La Biblioteca Nacional Mariano Moreno renovará el espacio del Museo del libro y de la lengua con el fin de dar lugar a importantes áreas de la cultura nacional.
Desde su creación en 2011 el Museo del libro y de la lengua se planteó como un espacio similar al que tienen otros museos en el mundo, intentando un recorrido por la cultura nacional, por la experiencia de nuestra condición de hablantes y lectores. Sin embargo, las características propias del edificio no se prestan adecuadamente para realizar muestras temporales.
Decidimos, entonces, optimizar el uso de ese espacio para albergar por un lado, en la planta baja, una gran muestra permanente de la historia del libro que va a tener una función fundamentalmente pedagógica y en la cual están trabajando desde hace un tiempo el director de investigaciones Javier Planas con cuatro de las personas que realizaban tareas en el Museo. En el primer piso vamos a alojar el Centro de Documentación de los Pueblos Originarios. Allí va a ser posible consultar mucho del material que ahora está catalogado en la Biblioteca a partir de códigos europeos del siglo XIX y que van a ser revisados desde el punto de vista de los representantes de los pueblos originarios. Con ellos se va a decidir cómo y qué se presenta al público para facilitar el acceso de investigadores y usuarios en general a los materiales seleccionados.
La actual administración expresó desde el comienzo que la Biblioteca Nacional necesitaba albergar ciertas áreas o centros que se ocuparan de temas específicos esenciales para nuestro país. De ese modo y con ese espíritu, se creó el Centro Argentino de Historia del Psicoanálisis, la Psicología y la Psiquiatría, se dio un lugar preferencial al Centro de Historieta y Humor Gráfico Argentinos y al Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq, tres áreas de la cultura argentina que necesitaban ser destacadas en su singularidad.
En el subsuelo, junto al auditorio David Viñas -que va a continuar con sus funciones de cine, conciertos, charlas y conferencias- vamos a instalar el Centro de Lectura Infantil y Juvenil Dailan Kifki. Allí, en un lugar acondicionado especialmente, los chicos podrán tener acceso libre a las estanterías abiertas, donde habrá desde novelas hasta audiolibros, historietas, novelas gráficas y muchas otras publicaciones para el público más joven.
Con esto queremos decir que de ninguna manera vamos a cerrar el Museo del libro y de la lengua, sino que estamos generando las acciones necesarias para darle el prestigio y las funciones esenciales que merece.
Director Alberto Manguel