Eugenio Mandrini (1936-2021)

Entre las diversas formas de escritura que abordó Eugenio Mandrini sin dudas la poesía define su obra.

Desde muy joven escribió cuentos para revistas como Maribel y Vosotras, y relatos policiales para la Editorial Codex. Como guionista de historietas trabajó en diversas revistas de la Editorial Columba junto a dibujantes como Domingo Mandrafina, Horacio Altuna, Gustavo Trigo y Alberto y Enrique Breccia, entre otros. Entre sus obras recordadas dentro del género se puede mencionar su adaptación de Cabecita Negra de Germán Rozenmacher (con dibujos de Solano López) que integró la antología La Argentina en pedazos de Ricardo Piglia.

Su pasión por el tango lo llevó a codirigir durante 30 años la revista Buenos Aires, tango y lo demás. Ya como académico titular de la Academia Nacional del Tango publicó el ensayo Discépolo, la desesperación y Dios (1998) y realizó la antología Los poetas del tango (2000).

En 1987 dio a conocer Criaturas de los bosques de papel, poemas y cuentos, luego Campo de apariciones (1993) y Párpados para el ojo que sale de mí (1999). Fue fundador integrante de la “Sociedad de los Poetas Vivos” (junto a los poetas Marcos Silber, Hugo Toscadaray, Carlos Carbone y Carlos Levy), a través de la cual integró varias antologías de poesía.

En 2009 obtuvo el premio Olga Orozco por su libro Conejos en la nieve, hoy un libro imprescindible de la poesía argentina y luego recibió el Primer Premio Municipal de Poesía (2008/2009). En el último tiempo Mandrini estaba dedicado a la escritura de microrelatos, tras la salida en España de su libro Las otras criaturas. En uno de los últimos reportajes señaló: “Si me preguntan qué es la poesía, digo que es un estado de ceguera desde el cual se ven otras luces, incluso otras sombras. Si me preguntan qué es la microficción, digo que es un rayo de luz en un sótano o más bien el escorpión que viene a morderme la camisa. Creo que tanto el poema como la microficción son construcciones que trato de edificar mediante innumerables borradores, tantos que alfombran el piso”.

La Biblioteca Nacional Mariano Moreno lamenta profundamente su fallecimiento y acompaña a sus familiares y amigos.